Alonso admite que el ritmo de Aston Martin en Las Vegas no fue sorpresa

Fernando Alonso fue claro y directo al evaluar el desempeño de Aston Martin en el Gran Premio de Las Vegas. El piloto español no ocultó su decepción pero tampoco mostró sorpresa ante los resultados obtenidos por el equipo de Silverstone en el trazado callejero de Nevada.

El bicampeón mundial reconoció que el fin de semana en Las Vegas confirmó las expectativas que tenían dentro del equipo sobre el rendimiento actual del AMR24. Después de una carrera que calificó como 'solitaria', Alonso admitió que no hubo sorpresas en el ritmo mostrado por el monoplaza verde.

Las palabras del asturiano reflejan el momento complicado que atraviesa Aston Martin en esta fase final de la temporada 2024. El equipo británico, que comenzó el año con aspiraciones de pelear por posiciones de podio tras un prometedor 2023, ha visto cómo su rendimiento ha ido cayendo progresivamente conforme avanzaba el campeonato.

La carrera en Las Vegas resultó especialmente difícil para Alonso, quien se vio aislado durante gran parte de la prueba sin posibilidad de luchar por posiciones relevantes. Esta situación de soledad en pista es síntoma de la falta de competitividad que actualmente aqueja al AMR24, incapaz de seguir el ritmo de los equipos punteros e incluso de algunos de los conjuntos del medio del pelotón.

El pragmatismo mostrado por Fernando al analizar el fin de semana demuestra la madurez del piloto español, quien prefiere ser realista sobre las posibilidades actuales del equipo en lugar de generar expectativas infundadas. Esta actitud también puede interpretarse como un mensaje interno sobre la necesidad de cambios y mejoras de cara a la próxima temporada.

Con solo dos carreras restantes en el calendario 2024, Aston Martin afronta el cierre del campeonato con la vista puesta en 2025. Las declaraciones de Alonso tras Las Vegas subrayan la importancia del trabajo que el equipo debe realizar durante el invierno para recuperar la competitividad perdida y volver a luchar por las posiciones de privilegio que tanto el piloto como la escudería ambicionan.